A través de la electroestimulación podemos modelar el contorno corporal y aumentar la tonificación de los músculos con flacidez.
El electroestimulación actúa sobre los músculos, produciendo en las fibras musculares contracciones fisiológicas y permitiendo que éstos adquieran fuerza y resistencia, quemando además las reservas de grasa localizadas. En definitiva: actúa sobre los músculos cómo si se hiciera ejercicio físico.
La electroestimulación o gimnasia pasiva se ha convertido en una de las últimas novedades para reducir centímetros sin esfuerzo. Aplicada mediante electrodos, no genera molestias y asegura resultados efectivos.
Es una técnica de remodelación corporal que, a través de impulsos eléctricos que producen contracciones musculares, ejerce un efecto estimulante para la movilización de los depósitos grasos en las distintas zonas del cuerpo.
Consiste en la aplicación de corrientes que simulan el impulso eléctrico que envía el sistema nervioso al músculo para que realice la contracción. Este estímulo se realiza a través de la colocación de placas o electrodos sobre la superficie a tratar con el fin de lograr que el músculo se contraiga, como si hubiera recibido el impulso nervioso.
Así, la electroestimulación actúa desde los tejidos internos del organismo hasta los extremos y tiene tres efectos fisiológicos fundamentales:
Las zonas en las que se puede trabajar son múltiples: glúteos, caderas, estómago, piernas y brazos. Y está indicada para: reafirmar los músculos, aumentar el tono y elasticidad de la piel, aumentar la masa muscular, reducir la flacidez secundaria en procesos de adelgazamiento, como coayudante en procesos de eliminación de celulitis, y como drenaje linfático facial y corporal.
Piensa que si tu cuerpo no consume la grasa puesta a su disposición, ésta volverá a su estado original. El ejercicio es aconsejable hacerlo después de la sesión, a más tardar durante los 2 días siguientes, bastando con un paseo de media hora a marcha ligera, siempre que notemos cierta sudoración.
Igualmente, si nuestra alimentación no la cuidamos, incorporaremos en nuestra sangre grasas que serán adsorbidas por moléculas semejantes a las que tanto tiempo y dinero nos ha costado destruir.
Se recomienda utilizar la electroestimulación de 2 a 4 veces por semana y por zona, según las necesidades, el nivel de entrenamiento.
Se aconseja alternar los músculos trabajados.
Como han puesto de manifiesto los tests científicos, se ha podido constatar netas mejoras del tono muscular y de la forma física, al cabo de 3 ó 4 semanas de uso regular.
Las contracciones musculares se desarrollan siempre de forma progresiva, sin traccionar de forma brutal tendones o articulaciones. De esta forma, no pueden darse traumatismos musculares o tendinosos. Sin embargo, como el trabajo muscular es intenso, es frecuente tener agujetas al principio del entrenamiento, como cuando comienzas la musculación con pesos de gimnasia.